Cada 14 de noviembre el
calendario de la salud nos invita a detenernos y mirar con atención una de las
enfermedades crónicas más extendidas en el mundo: la diabetes. Aunque muchas
veces la asociamos únicamente con el nivel de azúcar en la sangre, su impacto
va mucho más allá. Afecta la vida cotidiana, las emociones, las relaciones
familiares y la forma en que cada persona comprende y cuida su propio cuerpo.
Por eso, hablar de diabetes es hablar de humanidad, ciencia y comunidad.
En este Día Mundial de la
Diabetes, la conversación gira en torno a un mensaje crucial: la prevención
es posible y el autocuidado es una herramienta poderosa. Según la evidencia
científica, la diabetes tipo 2 puede retrasarse o incluso prevenirse en más del
58% de los casos con modificaciones simples en el estilo de vida. La actividad
física moderada, una alimentación equilibrada y la reducción del consumo de
azúcares procesados no son cambios inalcanzables; son decisiones diarias que,
sostenidas en el tiempo, generan transformaciones profundas.
Durante el programa radial en
sintonia con tu Salud, nuestra invitada ala sección Voces que Inspiran, la Dra. Claudia Milena Garizábalo enfermera,
magíster en Educación, doctora en Enfermería y educadora certificada en
diabetes compartió una visión esencial para comprender esta enfermedad desde un
enfoque humano y científico. Su trayectoria ha estado profundamente ligada al
estudio del autocontrol y del soporte social como componentes clave para el
manejo de la diabetes tipo 2. Su perspectiva, basada en la investigación
rigurosa, dejó claro que cuidar al paciente va mucho más allá de medir la
glucosa o ajustar una dosis de medicamentos.
Uno de los aportes más
importantes de la Dra. Garizábalo es su énfasis en que el soporte social es
determinante para la adherencia al tratamiento. Las personas con diabetes,
explicó, no solo necesitan información; necesitan acompañamiento. Las dudas,
los miedos, el cansancio y la frustración forman parte de la experiencia
cotidiana de vivir con una condición crónica. Cuando el entorno familia,
amigos, profesionales de salud se convierte en un aliado, el paciente encuentra
motivación, confianza y seguridad para sostener las decisiones necesarias para
su autocuidado.
También subrayó que las
intervenciones en diabetes deben ser personalizadas y culturalmente sensibles.
Este aspecto es especialmente relevante en territorios diversos como los del
Caribe colombiano, donde los hábitos, los valores culturales y la forma de
relacionarse con la salud pueden variar significativamente. La educación en
diabetes no puede ser un manual rígido; debe adaptarse a las realidades
locales, a los recursos disponibles y a las formas de vida de cada comunidad.
Enseñar a una persona a reconocer señales de alerta, planear sus comidas o
monitorear sus niveles de glucosa requiere empatía, cercanía y un profundo
entendimiento del contexto en el que vive.
Otro punto destacado en la
entrevista fue la integración de la tecnología en el autocuidado. La Dra.
Garizábalo ha participado en el diseño de prototipos tecnológicos para mejorar
el monitoreo y la educación en salud, demostrando que las herramientas
digitales pueden ser aliadas poderosas cuando se orientan adecuadamente.
Aplicaciones móviles, recordatorios automatizados y plataformas de educación
virtual pueden facilitar el seguimiento cotidiano y fortalecer la capacidad de
los pacientes para tomar decisiones informadas.
A pesar de los avances, la
doctora señaló que uno de los mayores desafíos actuales para la enfermería es
mantener la humanización del cuidado. En un sistema de salud cargado de
presiones, cifras y tiempos ajustados, es fácil que la persona se pierda entre
los protocolos. Sin embargo, la esencia del manejo de la diabetes está en
reconocer al paciente como un ser integral, con historia, emociones y redes de
apoyo. Esto exige sensibilidad, escucha activa y un compromiso inquebrantable
con la dignidad humana.
El Día Mundial de la Diabetes es,
entonces, mucho más que un recordatorio. Es una invitación a actuar. Es un
llamado a fortalecer la educación, promover estilos de vida saludables,
acompañar a quienes viven con esta condición y construir un sistema de salud
que responda con oportunidad, respeto y compasión. La diabetes no define a las
personas, pero nuestra capacidad colectiva para prevenir, apoyar y cuidar sí
define la sociedad que queremos tener.
“Si este tema te tocó, te inquietó o simplemente
quieres aprender a cuidarte mejor, te invito a escuchar el programa completo.
Son 30 minutos de información clara, humana y útil para transformar tu
bienestar. Dale play y ponte en sintonía con tu salud.
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