A propósito del
incendio presentado la semana pasada en la Clínica la Merced de la Ciudad de
Barranquilla, nos lleva a meditar lo delicado de la situación y preguntar si las
otras clínicas y centros hospitalarios de salud se encuentran preparados para
este tipo de emergencias, que por la incapacidad pueden fácilmente terminar en
desastres. Definitivamente, hay que
extremar con rigurosidad la revisión de los estándares de cumplimiento en
infraestructura, planes de emergencia y elementos de contingencia antes de
expedir las licencias de autorización de prestación de servicios de salud.
Observando las imágenes transmitidas en las
noticias de los diferentes medios de comunicación se deja ver claramente que:
La Clínica La Merced, no tiene un buen plan de evacuación en situaciones de
emergencias y desastres, no son suficientes dos accesos para una clínica de esa
complejidad. Ante esto la ciudadanía se pregunta: ¿Le cabe responsabilidad al
distrito, habilitador natural por referencia geográfica, por permitir en el POT
(Plan de ordenamiento territorial) la ubicación de IPS de esa magnitud en áreas
de alto tráfico y difícil acceso? ¿Le cabe responsabilidad a la Secretaría
Distrital de Salud por haber habilitado esta y otras clínicas más sin el
cumplimiento de estándares de habilitación en cuanto a infraestructura y
accesos? .Tal situación, amerita una seria revisión. Si bien es cierto, la norma antes de la Ley
1122 permitía adecuaciones, reparaciones y otros ítems de mantenimiento, no es
viable a una clínica, permitirle expansión con nuevos servicios, torres, en un
lugar que no cumple con lo anotado. Los procesos de atención deben estar
coordinados y autoevaluados en forma permanente por el equipo asistencial en
las instituciones prestadoras de servicios y por los entes de vigilancia y
control del estado en el marco del cumplimiento del Sistema de Garantía de
Calidad de los Servicios de Salud -SGCS- del Sistema General de Seguridad
Social en Salud.
A pesar de las crisis que enfrenta el
sistema de salud en nuestro país, para muchos grupos económicos, resultan
atractivas las inversiones en dicho sector. En días pasados, en el marco de un
foro sobre el sector Salud en la Región Caribe, el superintendente nacional de
salud, había alertado sobre el control de varias clínicas por parte de la firma
de Audifarma.
Audífarma es una de las empresas de
servicios farmacéuticos más grandes del país, ha incursionado con gran fuerza
en el negocio de las clínicas y hoy controla a nivel nacional cerca de catorce
instituciones prestadoras de servicios de salud, una de ella es la Clínica la
Merced de Barranquilla, valdría la pena que las entidades pertinentes hicieran más rigurosa su labor sobre las actividades de
las clínicas, es posible que quienes estén ejerciendo la administración no sean
expertos en administración hospitalaria, sino un avezado dispensador de
medicamentos.
Debemos recordar que,
los hospitales y clínicas tienen la responsabilidad y el compromiso de entregar
al paciente, a su familia y a la comunidad servicios médicos seguros. Por ello
debemos resaltar la importancia del cumplimiento mínimo de las normas de
seguridad y habilitación, para ello es fundamental cumplir con los estándares mínimos, esto incluye las instalaciones
físicas adecuadas orientados a brindar una ruta de evacuación eficaz, eficiente
y sobre todo segura, ya que en un evento de desastre los usuarios son los más
afectados.
Alba
Marina Rueda Olivella
amrolab7@yahoo.com
@AlbaMarinaRueda
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