“Universalmente se acepta que el adicto a las drogas es un enfermo, y
que como tal, si aspira a mejorar su condición habrá de someterse a
tratamientos dirigidos por especialistas; en dichos tratamientos juegan un
papel fundamental la familia y el grupo social en el que el enfermo se
desenvuelve, pues su recuperación en gran parte depende del apoyo y la ayuda de
las personas que lo rodean “
Rhenals Turriag
John Eric
Está
claro que la familia tiene una especial influencia en la persona que
consume fármacos o tóxicos, el grado de responsabilidad es muy
significativo en la formación del toxicómano, pero no deja de ser la única
responsable, porque el sujeto debe hacerse cargo de su deseo y de sus
elecciones de vida. Es bien conocido que el primer ambiente social de una
persona o de un sujeto es la familia, está a su vez es la encargada de
enseñarle las cosas que necesita para sobre-vivir en el mundo. En un principio
el niño es cuidado por su madre u otro representante de la misma a cargo de su
protección, con el fin de intentar educar a un hombre o a una mujer para que
sean aptos socialmente y productivos en todas las esferas de la vida. Todo lo
anterior, está relacionado con un proceso que va de la mano; pues de lo
contrario pueden darse todo un conjunto de inconvenientes como, por ejemplo, el
desarrollo de conductas tendentes a la dependencia o adicción a una sustancia
psicoactiva que dañe o perturbe su funcionamiento físico, interpersonal y
psíquico
En
el tema de la prevención de los daños relacionados con el consumo de drogas, la
educación recibida en la familia es muy importante. Está demostrado que
aspectos como una estrecha relación entre padres e hijos, una adecuada
disciplina y formación en responsabilidad, una cohesión familiar o una
comunicación abierta dentro de la familia, protegen a los hijos de futuros
problemas por el consumo de drogas. También influye el modelo de consumo de los
propios padres; qué relación tienen éstos con las drogas y cómo la manejan
trasmite información y actitudes a los hijos que pueden ayudar a evitar los
daños o promoverlos.
Cuando
un miembro de la familia tiene problemas relacionados con las drogas, éstos
tienen un impacto en la familia, especialmente en los hijos, pero también en la
pareja y los padres. La manera como maneja la familia estos consumos de uno de
sus miembros será importante para el desarrollo de los mismos y para su
implicación en un posible tratamiento. Una vez que una persona esté en
tratamiento por problemas relacionados con el consumo de drogas, la integración
de la familia en el paciente, será un factor de peso en su evolución, porque
juegan un papel importante en su prevención y solución.
En
el momento en que al interior de la familia un miembro toxicómano decide
iniciar un tratamiento de rehabilitación, es de gran importancia la
participación de esta, no debe ser solamente de acompañamiento, sino de una
forma muy activa, es una condición para iniciar el trabajo terapéutico ya que
la existencia de un trastorno psicológico en algún miembro, afecta
extensivamente a todos los miembros del hogar. En el momento en que el
toxicómano es internado, se inicia una etapa de involucrar a toda la familia,
pues la familia forma una unidad psicosocial, con un patrón de comunicación
particular, con normas que van logrando relación entre todos sus miembros que
conocerán nuevas conductas que indudablemente alteran la estructura
familiar.
Como
resultado podemos concluir que la participación y el acompañamiento de la
familia del toxicómano son de vital importancia en el resultado final de su
recuperación, desde el momento en que el miembro afectado decide someterse al
tratamiento de recuperación.
Alba
Marina Rueda Olivella
@AlbaMarinaRueda
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